Semana Santa en el Inferno.
20 de Abril del 2011.
Difícil tarea me encomendé cuando me propuse cubrir por primera vez el evento llamado Inferno Festival acá en Oslo. Difícil, no porque no entienda mucho del metal extremo, de hecho yo hago música y se podría considerar hasta cierto punto algo de metal, un tipo de metal alternativo creo.
No porque estaba hecho en Semana Santa, realmente me la sudaba si realmente existió Cristo y salvó a este mundo para que hiciesen este festival donde la mayoría de las bandas tienen una imagen mercantil “satánica” en épocas de Semana Santa.
No porque no conocía la mayoría de las bandas. Las únicas que conocía gracias a mi compañero de departamento eran Akercocke, Atheist, Aura Noir y Meshuggah.
Ninguna de las razones nombradas fueron el motivo para no cubrir este evento, lo difícil fue simplemente el vil dinero.
Aunque la acreditación fue gratis, estaba pasando por un periodo de cesantía obligatoria puesto que no me habían llamado de la agencia a la cual trabajo desde ya hacía más de 2 meses. Mi modo de vivir es completamente sin rumbo e irresponsable, en estos momentos debo meses de renta, dinero a mi ex esposa y hermano menor. Cuando me llego la acreditación seguía sin dinero, así que con el dolor de mi corazón, puesto que desde que empecé a hacer periodismo Barza le prometí a Benedict Arweed que nunca dejaría de asistir a un festival el cual haya sido acreditado, opte por hablar con mi compañero de piso y ofrecerle mi entrada por un precio razonable y que se comprometiese a escribirme una revisión de las bandas a las cuales el iba a presenciar.
Lógicamente con el dinero que me dio y otro dinero que le pedí prestado a otro santo, me compre un amplificador que se sustenta a base de 6 pilas AA para así tocar mi bajo en la calle, poder ganar algunas monedas wuachas por ahí y prácticamente tener una buena excusa para tomar sol y flirtiar con sus zorras esta temporada de verano que se aproxima.
Todo, lógicamente, dentro de mi lógica concuerda.
Como es de costumbre en mi persona le pedí a Benedict que se encargara de recoger la acreditación en el Hotel Clarion con Isaac, mi compañero de piso. No hubo problemas al hacer el cambio de usuario del pase ante la chica que estaba a cargo de las acreditaciones.
Generalmente estábamos acostumbrados a que los pases de prensa pasen a ser brazaletes de distinto color que los del público general, pero nuestra sorpresa fue mayor al ver que a Isaac le dieron aparte del brazalete de color, un pase VIP. Nunca antes se nos había dado un pase VIP junto al pase de prensa. Por fin pensé que se les daba la importancia correspondiente a la gente de prensa, quienes han estudiado la carrera hasta quemarse las pestañas, sudado sangre por un pase de locomoción para estudiante o llorado piedad por algún par de puntos para pasar de curso.
O para los que simplemente son zorros.
Lamentablemente no iba a ser yo o Benedict quien fuese a cubrir este evento sino mi compañero de departamento, me alegre por él, pero me fui a casa con un vacio en mi orgullo de timador, me fui un tanto con las ganas de ponerme en el cuello tal pase y ver que podía sacarle de beneficio a aquello. Al menos lo veía claro, veía a Benedict en algún tipo de fiesta after hour después de algún concierto comiéndose a las grupies de los integrantes de alguna banda X después de haberlas convencido de una u otra forma que él era el manager de “marketing” de tal banda.
Como estábamos en Semana Santa, creo que hubo un milagro. Al volver a casa y revisar el e-mail para ver si me habían respondido de otros festivales que esperaba respuesta, mi interrogante fue mucho mayor que la sorpresa que me produjo ver otro mail de Runa Stridin, editora del Inferno Booklet y encargada de los pases de prensa en internet, dándome por lo visto otra acreditación.
Miles de preguntas pasaron por mi cabeza tratando de asimilar porque tenía otra acreditación, siendo que quedo claro que solo me dieron una.
También recordé a Benedict intentar conseguir otra acreditación con la chica del hotel, pero que fue en vano puesto que ella era una sola con la computadora, imposible de corromper o adular. Pobre Benedict, primera vez que lo veía fallar usando su carisma con una chica, le va mejor con su despotismo y prepotencia, pero creo que le afecto demasiado el hecho de ver la tarjeta VIP colgando del cuello de Isaac. Se puso nervioso y no le compraron el cuento de que solicito dos acreditaciones en vez de una, seguramente tenia la misma cara de un niño de oriente medio adicto a la heroína que acaba de ver como asaltaban a un turista y los ladrones se dejaron la billetera en el suelo y cuando la iba a agarrar se aparecía la policía para verificar lo sucedido, So close and so Far.
No siempre se gana pensó en ese momento.
No siempre se gana pienso al escribir estas líneas.
Pero algo divino o diabólico me quería dentro del festival. Asi que a la media noche con la impresión del segundo mail que me había llegado, acompañado de Benedict Arweed y 3 hermosas tailandesas que conocí por internet (solo a una, las otras dos eran sus amigas) me hice presente en el hotel nuevamente.
Obtuve la acreditación, pero no asistí a ni warm up de los que había, esa noche tuve que hacerme cargo de las chicas. Isaac asistió a algunos y dijo que estuvieron como filete Mignion
21 de Abril del 2011.
Recuerdo que íbamos llegando a la cuadra donde está el Rockefeller y divisé una cola decente en la entrada al recinto y pensamos, ¿lo podré hacer? ¿Podré simplemente saltar todo esto y mostrar estas 3 letras? Nada se pierde con intentar fue la conclusión, así que simplemente avanzamos por el costado de la fila de hormigas metaleras que esperaban su turno para acceder al Olimpo Noruego del Metal. Llegué donde estaba el guardia y dijimos: “Excuse us” mostrando la gloriosa credencial.
Funcionó pasamos al recinto, dejando atrás a vikingos de 1.90 y góticas metaleras de ensueño. Tome dirección para encontrarme con Isaac, quien ya había llegado con antelación para poder ver a su gran banda favorita; Akercocke. En el segundo piso lo encontré con dos conocidos míos. Los hermanos Lara; Toto y Pato. Excelentes especímenes de mi raza chilena. El primero pintor expositor de raras pinturas e imágenes sacadas de los más retorcidos y oscuros espacios de su mente. Y el segundo, escritor de uno de los géneros que más me deleito tanto leyéndolo como viéndolo en el cine o el comic, el Terror.
De todas formas, llegamos tarde. Benedict tuvo que desaparecer puesto que los chicos no lo conocen y a mí no me va mucho eso de andar presentando gente. Así que nos dedicamos a escuchar a Akercocke quienes, según Isaac, estuvieron geniales.
Despues nos fuimos a ver a Bhayanak Maut. Un grupo proveniente de la India del cual era el hablar de todos los entendidos. No sé, los fuimos a ver y me entregaron mucha energía. A mí me gustaron bastante. Eran la rareza puesto que no es muy común que ese tipo de música se desarrolle en esos países.
El Ambiente en el entorno era excelente. Era como me imaginaba a la población del país Noruego antes de llegar acá. Pensé que encontraría a 9 de cada diez noruegos vestidos de Blackmetaleros y que todas las mujeres iban a estar dentro de un traje de cuero negro ajustado o de algún tipo de látex, rubias, pálidas y exquisitas. No fue así. Pero en este festival lo que acabo de mencionar quedo corto. Te podías encontrar a cientos de metaleras exquisitas rubias o de pelo rojo intenso, un buen puñado de Betty Pages y otro tanto de minas un poco más extremas con varios tatuajes en el cuerpo y demasiados piercings en el rostro, los suficientes como para adivinar de fijo que ya tienen piercings en el que te conté.
Despues vimos a Gothminister, quienes a mi parecer fueron los que tuvieron la mayor performances en el escena incluyendo juegos pirotécnicos, un diablo gigante y peces voladores. Si lo que acabas de leer. Peces voladores. Unos artilugios voladores con forma de peces que el vocalista en un momento dado de su concierto dejo volar. Buena música industrial.
Después nos fuimos a tomar cervezas a un bar de piojos llamado Rett-in (derecho pa’ dentro en español). Más rato llegamo a ver DHG y Auranoir. No alcancé a ver Forbidden ya que me fui a la casa de la chica tailandesa quien frecuento últimamente. Pero lo mejor de la noche fueron los pececitos voladores.
22 de abril del 2011.
Me quede en la casa de la chica tailandesa follando y durmiendo todo el día. Me perdí Atheist, que según Isaac nuevamente, fue lo mejor del día.
23 de abril del 2011.
Isaac me recomendó que llegáramos a ver desde Napalm Death en adelante porque lo demás ya lo había visto. Siendo él el experto no objete nada y llegamos a ver desde Pentagram( No el Pentagram de Chile, sino el de los tatas americanos). En Pentagram me ví como en un hoyo de gusano, fue como verme en el futuro. Pentagram geniales.
Napalm Death, nos metimos al pit y dejamos la mierda misma, pero al rato me tuve que correr a un lado porque eran muy grande el promedio de giles que se tiraban a empujar así que pase por alto y grabe un par de escenas. Excelente performance y energía de los tíos.
Meshuggah; mi amigo Isaac estaba eyaculando con el tecnicismo de los suecos. Yo en cambio los disfruté los primeros 20 minutos y el resto me anduve preocupando de aguachar zorras.
Lo mejor de este día fue el carrete que se formo en la sala VIP. Una cantidad impresionante de grupies y gente de la escena. Por ahí me saque una foto con el bajista de Napalm Death que estaba en un estado mucho más bajo que el mío. Lo malo que no había copete gratis en la sala. Así que como no había ni una grupie de genética asiática, opte por seguir a Isaac al bar de piojos Rett-In a terminar la jornada.
CONCLUSIÓN.
Si estas en el país de Thor el próximo año por la época donde a Jesucristo le atravesaron la piel con 4 clavos, le pusieron un sombrerito de espinas y le metieron una lanza por el costado, definitivamente debes estar en este festival. Es todo lo que un amante del metal puede pedir, lo ví en Isaac mi compañero de departamento, sus ojitos brillosos con Akercoke y Meshuggah y claro el resto de bandas que presenciamos juntos que me da una lata inmensa de nombrarlos a todos.
Inferno Festival es la meca que todo adorador de los metales más extremos debe vivir en carne propia alguna vez en su perra vida.
Hail Inferno Festival.
PD. Benedict Arweed desapareció el 21 de abril del 2011 por la noche y no volví a escucharlo otra vez hasta hoy cuando escribo estas lineas.